Self
Portrait Dedicated
to Dr Eloesser
1940
Towards the end of
1939, Frida began to suffer increased back pain and developed an acute
fungal infection in her right hand. At the recommendation of Dr. Eloesser,
her long-time friend and doctor, Frida traveled to San Francisco to see
him for treatment. In thanks for the treatment that stabilized her condition,
she painted this self-portrait for him. The dedication inscribed on the
banderole at the bottom reads: "I painted my portrait in the year
1940 for Doctor Leo Eloesser, my doctor and my best friend. With all my
love. Frida Kahlo."
The earrings she
is wearing were a gift from Pablo Picasso whom she met while in Paris.
The hand on the banderole as well as on the earrings, makes reference
at what is called in Mexico "milagros". Milagros are pieces
made of wax or ivory shaped in the form of the part of the human body
that the person wants to be healed, and left on the altar of the Saint
they pray to.
The necklace of thorns
around her neck is a reminder of the pain from which Dr. Eloesser freed
her. It was Dr. Eloesser who later convinced Diego to reconcile and marry
Frida for a second time. This painting may have been a "Thank
You" gift for Dr. Eloesser's efforts.
When Dr. Eloesser
died in 1976, he willed the painting to his long time companion Joyce
Campbell. Campbell didn't really like the painting and described it as
"
a garish, unlikable, unsettling painting
I could never
have lived with it." Not long after she received the painting
she sold it.
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Oil
on masonite
23 ½" x 15 ¾"
Private Collection
Óleo sobre fibra dura
59,5 x 40 cm.
Colección privada
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Autorretrato
dedicado
al Dr. Eloesser
1940
Hacia finales de
1939, Frida empezó a sufrir un incremento en el dolor de la espalda
y desarrolló una infección de hongos aguda en su mano derecha.
Siguiendo la recomendación del Dr. Eloesser, su viejo amigo y médico,
Frida viajó a San Francisco a visitarle para obtener tratamiento.
Como agradecimiento por el tratamiento que estabilizó su condición,
pintó este autorretrato para él. La dedicatoria inscrita
en la banderola de la parte inferior dice: "Pinté mi retrato
en el año de 1940 para el Doctor Leo Eloesser, mi médico
y mi mejor amigo. Con todo mi cariño. Frida Kahlo".
Los pendientes que
lleva fueron un regalo de Pablo Picasso, el cual conoció mientras
estaba en Paris. La mano en la inscripción, así como los
pendientes, hacen referencia a lo que se llama en México "milagraos".
Milagros son piezas hechas de cera o marfil con la forma de la parte del
cuerpo humano de la persona que se quiere sea curada, y se dejan en el
altar del santo al cual se reza.
El collar de espinas
alrededor de su cuello es un recordatorio del dolor del cual el Doctor
Eloesser la liberó. Fue el Doctor Eloesser quien más tarde
convenció a Diego de que se reconciliaran y que se casara con Frida
por segunda vez. Este retrato podría haber sido un regalo dando
las "gracias" al doctor Leo Eloesser por sus esfuerzos.
Cuando el doctor
Eloesser murió en 1976, le dejó en herencia el cuadro a
su compañera de muchos años, Joyce Campbell. A Campbell
nunca le gustó el cuadro y lo describió como "...una
pintura que es difícil que le guste a nadie, inquietante, tetrica...nunca
podría haber vivido con ella" Poco tiempo despues de recibir
el cuadro lo vendió.
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